![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiRECXKVQ5h7_bh91qzw374vVcLXfSyfMA_nKamUdkjnTqeYNgQqmgjF38MMUraw-OwCS51TpjNQ1KuD1fCJZr_u6ML4osIJLjZRseh6BTSy3XunDLhkyJzM-vrVukMRUiU294K14VCMx-t/s320/SkaBosetti.jpg)
El ska es un género musical originado a finales de los 50 y popularizado durante la primera mitad de los 60 que deriva principalmente de la fusión de la música negra americana de la época con ritmos populares propiamente caribeños, siendo el precursor directo del rocksteady y más tarde del reggae.1 Al ser un género particularmente apto para fusiones ha sido incorporado, a través de distintas variantes, a los más diversos lenguajes musicales. Desde un principio, las versiones ska de populares composiciones para cine y televisión ("The James Bond Theme", "Exodus", "A Shot in the Dark", "The Untouchables", etc.) perfiló su particular identidad, entre callejera, nostálgica y "misteriosa", característica que conservaría a través de las épocas. Estuvo fuertemente asociado a los Rude Boy y a la independencia de Jamaica del Reino Unido, aunque se hizo popular en todo el mundo desde muy poco tiempo después de su nacimiento.
El ska nace en Kingston, la capital de Jamaica, a principios de los 60, en un momento en que la población empieza a afluir del medio rural al urbano. En las ciudades los habitantes se congregaban en plazas donde las sound systems pinchaban las últimas novedades estadounidenses de jazz, soul y, sobre todo, rhythm & blues. En un principio se trataba de furgonetas con un ruidoso y primitivo equipo de sonido. Las dos principales fueron Trojan de Duke Reid y Sir Coxsone Downbeat, de Clement «Coxsone» Dodd, a los que más tarde se les uniría Cecil Bustamante, conocido como Prince Buster. Las sound systems no tenían otro remedio que pinchar música de Estados Unidos, puesto que la industria musical jamaiquina era inexistente. Salvando algunas cintas de mento de Stanley Motta, hasta 1954 no aparece el primer sello musical, Federal, que, además, está orientado hacia la música estadounidense. Sus propietarios se desplazaban a Miami o Nueva Orleans en busca de material nuevo con el que satisfacer la gran demanda musical que había en la isla. Para gozar de exclusividad sobre las grabaciones y mantener la exclusividad sobre la clientela, se recurría a trucos como quitar la etiqueta de los discos para que no fueran identificables, o enviar matones (Dance Crashers) a los sound system de la competencia para boicotearlos.
Segunda ola (Two Tone)
Madness fue una de las bandas punteras de la segunda ola.
Artículo principal: 2 Tone
En los 70 el ska, gracias a los inmigrantes jamaicanos rudeboys, viaja a Inglaterra donde se mezcla con el punk resultando un sonido más rápido y contundente pero manteniendo el estilo alegre y bailable. La ideología de estos nuevos rudies es menos violenta y se enfrentará a la ola de racismo propulsada por la creciente corriente de extrema derecha del país. Los rudies establecerán así una actitud inconformista y anti-sistema que era propia del punk.
Entre finales de los 70 y principios de los 80, en plena era New Wave inglesa, el sello Two Tone —entre otros— dio a conocer a algunos de los grupos más famosos internacionalmente. Tales fueron Madness, Specials —cuyo teclista Jerry Dammers fundaría el sello Two Tone—, The Selecter o Bad Manners. Otros exponentes de la época, con diferentes estilos, fueron The Bodysnatchers, Rhoda Dakar, The Beat (llamada The English Beat en Estados Unidos) y Fàshiön Music (que luego cambiaría de cantante y guitarrista y cambiaría al género New Romantic, transformándose en Fashion).
Tercera ola
El grupo inglés de ska, Bad Manners (2ª ola).
Mientras que por una parte hay bandas que continúan el estilo 2 Tone, como The Busters, Scofflaws, The Toasters o Pama International otras recuperan el ska clásico, llamado a veces revival, que se distancia completamente de la Segunda Ola y se acerca más a los sonidos originales, como The Slackers junto a Chris Murray, Westbound Train, Hepcat, Inspecter 7 e Israelites. Ahora también es importante resaltar que en esta ola genera la incursión "masiva" del género musical a Latinoamérica, incursión que daría como resultado la mezcla de los acordes e instrumentalización de cada país; dicho de otra forma, cada país pasaría a desarrollar su propia forma de ska usando sus instrumentos locales y tradición propios.